La fiesta del Corpus se celebró durante muchísimos años a los diez días del domingo de Pentecostés.
Caía siempre en jueves y era festivo. Hoy día se celebra el domingo siguiente a este jueves, es decir, dos semanas después de Pentecostés.
La fiesta del Corpus recuerda y celebra la presencia real de Jesús en el sacramento de la eucaristía. En todas las localidades se saca en procesión el Cuerpo de Cristo, bajo las especies de pan para exponerlo a la adoración del pueblo cristiano.
Es costumbre colocar altares en las calles por donde pasa la procesión y adornar los balcones de la casas.
Los niños y niñas que han hecho la primera comunión participan en la procesión y llevan cestillos con pétalos de flores para tirarlos al paso de Jesús.
Por tanto es una de las fiestas más populares de la Iglesia Católica.